Respecto a la educación, se consideraba que ésta convertía a los hombres en educados y civilizados. En este ámbito destaca el término de: Humanitas: en un principio equivale a clementia, sinónimo de filantropía. Posteriormente, significa estilo de vida superior a los animales y perfección de la naturaleza humana. Sirve para diferenciar al hombre civilizado del bárbaro no humanizado. Cicerón señala que lo que distingue al griego del bárbaro es la cultura. Finalmente, los griegos la llamaban paideia que significaba educación, formación y cultura. La humanitas dio lugar en el siglo I a: La Romanitas: manifestación de lo romano a todo lo conquistado. Aulo Gelio concluye diciendo que la verdadera cultura romana debe sustentarse en la Retórica: ciencia de la palabra y de la filosofía. La extensión de la escuela en los dos primeros siglos del Imperio favorece la comprensión de la humanitas como paideia así como el aprendizaje del latín. Asimismo, también se imparte el Trivium (Gramática, Retórica y Dialéctica) y el Quadrivium (Aritmética, Geometría, Astronomía y Música).
Para llevar a cabo esta humanitas se estructuraba la educación en varias etapas: 1) Escuela elemental o schola primaria: estaba bajo la dirección del ludus magíster, encargado de la enseñanza elemental. A ella acudían niños de 7 años acompañados del pedagogo (esclavo de confianza que se lo entregaba al maestro). Estaba próximo al foro o plaza de la ciudad, separada de la calle por un velo y al aire libre, situándose el maestro en un estrado más elevado donde impartía la lección. Se enseñaba la lectura mediante frases o sentencias ejemplares, la escritura en tablillas de cera en la que se escribía con un estilete, y la aritmética contando con los calculi o piedras. 2) Enseñanza de artes o del grammaticus: a ella asistían niños de 12 años. Se estudiaba la lengua, comentarios de textos de autores clásicos, las declinaciones, la conjugación de elementos de la oración gramatical, la métrica para interpretar a los poetas y construir poemas, la ortografía y la sintaxis. 3) Enseñanza superior: se enseñaba la oratoria a través de las enseñanzas de historia y filosofía. A ella sólo podían acudir alumnos de clase alta. El maestro era el Rhetor. La oratoria se vio ampliada con los estudios de Derecho. Además de la educación no hay que olvidar el respeto a las costumbres ancestrales (mos maiorum), así como la pietas que era la alta estima entre los romanos por la educación familiar, que consistía en el respeto a los deberes familiares (culto a los lares), a Dios y a la patria.
Señala las funciones de la educación: modelar o configurar el carácter y la personalidad; que tiene un carácter moral, una dimensión espiritual. Cura el alma. Orienta nuestra conducta. Conforta y gratifica. Libera y rescata de la esclavitud. Considera a la naturaleza juega un papel clave, es la capacidad para conseguir la perfección, por eso la virtud requiere ejercicio y aprendizaje. Ve en el ocio la fórmula ideal para la educación y la sabiduría, aunque también contempla el “negotium”. Ocio y negocio son inseparables, ya que el sabio desea comunicar su sabiduría a la humanidad, puesto que no tiene sentido saber cosas para uno mismo.
Afirma que el último fin de la educación está impregnado en: Felicidad, Virtud, Perfección, Rectitud de vida y Sabiduría. Para alcanzar este fin, propone tres etapas en función del grado de liberación de las pasiones: 1) los que han dominado los vicios más graves, 2) los que han dominado todos los vicios, pero experimentan la violencia de las pasiones con frecuencia, y 3) los que han logrado el dominio de sus pasiones en gran medida. Este proceso para ser virtuoso contempla la libertad y la filosofía. Séneca afirma que la educación es moral. Diferencia entre hombre bueno y virtuoso y hombre docto. Denuncia la excesiva sutileza y sus causas. Rechaza a los educadores que consiguen de los alumnos buenos parlanchines, pero no saben vivir virtuosamente. Distingue entre sabiduría, saber que transforma, y los saberes particulares que hacen al hombre más hábil. Lo nuclear de la filosofía, sabiduría y educación está en la moral. Tres partes configuran la filosofía: natural, moral y lógica. En cuanto al currículo, en primer lugar están los estudios propedéuticos (enkyklios paideia). La clave está en la filosofía y en la moral. Respecto a los principios y preceptos, Séneca considera que son el camino de la sabiduría y la educación. Estos preceptos o consejos han de ir acompañados de la justificación y el sentido de la conducta. Y los principios dan visión integral de la realidad.
Ahora añado aquí un vídeo donde expone varias de las características principales de la educación en Roma, que tomó influencias helenísticas:
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